Caballeros Templarios
Características |
Nombre de la tribu: | Caballeros Templarios |
Etiqueta: | TEMPLE |
Cantidad de miembros: | 1 |
Puntos de los mejores 40 jugadores | 54 |
Puntos en total: | 54 |
Media de puntos: | 54 |
Clasificación: | 117 |
Adversarios vencidos: |
15.119 (74.)
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» Historial de la tribu (página externa) |
Miembros de la tribu
Nombre |
Rango |
Puntos |
Clasificación global |
Pueblos |
Juanmarobot15
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1 |
54 |
1696 |
1 |
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Descripción |
La Llama de Acre
Corría el año 1291, y la ciudad de Acre, último bastión cruzado en Tierra Santa, estaba al borde del colapso. Las fuerzas mamelucas asediaban sus murallas día y noche, mientras los estandartes templarios ondeaban en la fortaleza central como un símbolo de resistencia casi desesperada.
Entre los defensores estaba Sir Aldric de Montferrat, un veterano caballero de la Orden del Temple. Había peleado en Antioquía, defendido Jerusalén, y ahora, ya con las sienes plateadas, se encontraba de nuevo ante una batalla imposible. A su lado, un joven escudero llamado Thierry anotaba cada palabra y cada oración que Sir Aldric murmuraba en las vigilias nocturnas.
Pero no solo defendían muros de piedra. En las profundidades de la fortaleza templaria, se ocultaba un objeto de inmenso poder: la Llama de Acre, una reliquia ancestral que, según las leyendas, había sido traída desde las ruinas de Salomón. Algunos decían que era una antorcha sagrada que no se apagaba nunca; otros afirmaban que albergaba el espíritu de un ángel caído, encerrado por los primeros templarios.
Cuando los muros exteriores cayeron y la ciudad ardía, el Maestre de la orden, Guillaume de Beaujeu, herido de muerte, confió la reliquia a Aldric con una sola orden: "Que no caiga en manos del enemigo."
Esa noche, Aldric y Thierry descendieron a los pasadizos secretos bajo la fortaleza. Mientras los soldados luchaban en las calles, ellos tomaban un camino antiguo, sellado durante generaciones, rumbo a una gruta que conectaba con la costa. El plan era embarcarse con la reliquia y huir hacia Chipre, donde la Orden templaria preparaba su nueva sede.
Pero en la oscuridad del túnel, no estaban solos. Un traidor de la orden, Frère Raynard, codicioso del poder de la Llama, los interceptó. Hubo un combate feroz. Aldric, ya cansado y herido, usó la Llama como última defensa. Al romper el sello de la reliquia, una luz abrasadora llenó la caverna, consumiendo a Raynard y cegando temporalmente a Thierry.
Cuando el joven despertó, encontró a Aldric muerto, pero la reliquia intacta. La envolvió con el manto de su maestro, y con lágrimas y valor, continuó hacia el barco. Alcanzó Chipre días después, y entregó la Llama al nuevo Gran Maestre. Con ella, se selló un nuevo capítulo para los templarios: el inicio de su poder en Europa.
La Llama de Acre jamás volvió a encenderse… pero Thierry, que vivió muchos años como cronista de la orden, juraba que, en noches de tormenta, aún podía sentir su calor. |
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